Es ya un barrio de la ciudad de Rionegro, aunque hay quien insiste que es todavía un corregimiento. Hay quienes incluso insisten que Rionegro es un pueblo y evidentamente es toda una ciudad y una que podría ser una gran esperanza para Colombia si aprende las lecciones de urbanización de nuestra historia.
Si fueramos más decididos, si tuvieramos la perseverancia de nuestros ancestros, ese sentimiento de visión y de planeación hacia el futuro, pasaríamos la capital política de Antioquia hacia Rionegro, para dejar a Medellín y a su Valle de Aburrá como un centro comercial e industrial y crearlo como distrito industrial, con nuevas ciudades sacadas de algunos sectores de la ciudad como las zonas nororiental y noroccidental.
La arquitectura paisa que no debería ser tan solo protegida, sino promovida.
Lo que es necesario hacer es hacer planeaciones serias y profesionales para evitar que estas ciudades emergentes colombianas no caigan en los mismos procesos caóticos de nuestras grandes ciudades como Medellín, Bogotá, Cali o Barranquilla. Las ciudades divididas por las brechas sociales (nortes ricos y sures pobres como Bogotá, nortes pobres y sures ricos como Medellín, criminalidad, falta de movilidad y una explosión demográfica y migración descontrolada). Ya Medellín, por ejemplo, no debería aceptar más población. No tiene para dónde más crecer e incluso algunos sectores habitados deberían ser transladados y no esperar las tragedias naturales como sucede. Debería haber una forma de cerrar la ciudad, como sucede en algunas ciudades europeas. Pero eso requiere el desarrollo de las subregiones, la creación de nuevos centros urbanos en aquellos pueblos hoy olvidados para evitar que los jóvenes se tengan que venir para Medellín.
...'antes de que vengan los arquitectos yupis con esa errónea concepción de modernidad que tienen, que no es sino una mala copia de torres gringas que quieren imponer en nuestros pueblos'. Esta fea torre en medio del bello pueblo... el arquitecto tiene conexión cultural cero.
Es entonces el tiempo justo para preparar a Rionegro. Vías, transporte moderno (¿Metro de Rionegro?), universidades, tecnológicos, inversión en la educación, desarrollo.
Este sector de San Antonio de Pereira es una gran belleza. Es sin duda la zona rosa de Oriente. Una arquitectura paisa que no sólo es necesario proteger sino promover antes de que vengan los arquitectos yupis con esa errónea concepción de modernidad que tienen, que no es sino una mala copia de torres gringas que quieren imponer en nuestros pueblos.
El parque es amplio, con esa estatua tan gallarda de nuestro Simón Bolívar paisa, la del joven y valiente general antioqueño José María Córdoba. Una iglesia de una gran originalidad y antigüedad, que parece sacada de una estampa medieval, digna de ser mostrada al mundo. El error: los carros que pasan por el marco de la plaza. Ni siquiera una sola vía, sino doble vía. Pasan todo el tiempo, con su contaminación y esos motores que suenan con rugidos de infierno, hacen que uno se siente en alguno de los bellos restaurantes de afuera, pero sometido al humo de los motores. Le deberían suspender el tránsito a los carros por el parque y dejar que estos recorran una vía periférica -muy como en Sabaneta en donde me parece que tienen un mejor orden.
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